Hace calor, el verano sigue su curso y dentro de las paredes del Mercado o en su privilegiada terraza tienes la oportunidad de disfrutar de los distintos bocados que ofrecen sus más de 20 puestos gastronómicos.

En La Salmoreteca tienes a tu disposición una amplia variedad de salmorejos de distintos sabores, colores y texturas. En su vitrina se dan la mano la tradición y la innovación de uno de los platos más característicos de la gastronomía española. Y lo que es mejor: nuestros salmorejos están repletos de vitaminas y grasas vegetales saludables que hacen de ellos una experiencia nutricional muy interesante.

La historia del Salmorejo

Lo reconocemos. Somos unos defensores a ultranza del salmorejo. Pero lo que hoy se elabora con pan, tomate, aceite, ajo, vinagre y sal es el fruto de siglos de evolución. Uno de los iconos de la cocina cordobesa, andaluza y española no nació de un día para otro.

Tenemos que viajar a Hispania, en los años de ocupación del Imperio Romano. Por aquel entonces el pueblo y los soldados se alimentaban de puls, unas gachas hechas con agua, sal y trigo; bebían también una mezcla de agua y vinagre conocida como posca. Cuando la puls llevaba varios días, se mezclaba con un poco de posca para darle sabor y que se pudiera tragar con más facilidad.

Otra elaboración de la Antigua Roma era el Moretum, que cogía trigo o pan y lo mezclaba con otros ingredientes: aceite, vinagre, queso, especias, ajo, … Todo se mezclaba y trituraba con morteros hasta obtener una nutritiva crema.

Muchas culturas tenían elaboraciones parecidas en su cocina. En la península introdujeron las suyas los árabes, como el almorí (harina, vinagre y sal). Con el paso de los años

Aquellos protosalmorejos blancos fueron evolucionando e incorporando distintas verduras (cebolla, sobre todo) hasta que a finales del siglo XIX y principios del XX, empezamos a encontrar las primeras referencias al salmorejo tal y como lo conocemos ahora.

Sabor y salud en cada cucharada

El salmorejo es, tras unos 120 años de evolución, una crema perfecta. El tradicional de tomate se realiza además con aceite, ajo, pan, vinagre y sal. Esta mezcla de ingredientes aporta una generosa cantidad de alimento que a tu cuerpo le sienta genial.

Del aceite de oliva virgen extra obtenemos las grasas buenas que protegen nuestro cerebro, mejoran nuestra circulación y combate la diabetes. Del tomate y el ajo las vitaminas y minerales, sobre todo la vitamina A y K, así como hierro y potasio. Del pan conseguimos una carga energética perfecta para afrontar un día con los depósitos llenos.

Pero es que además en La Salmoreteca contamos con algunos salmorejos únicos con unos ingredientes que nos regalan unos sabores distintos y unos colores vivos y llamativos que llaman tu interés desde la vitrina…y que te conquistan con cada bocado.

 Te destacamos 3, aunque solo podrás encontrar tu favorito probándolos todos.

• Salmorejo de Aguacate y Placton con un toque de lima: increíblemente cremoso, con un puto marino y con potasio y fibra.
• Salmorejo de Remolacha con queso curado, anchoas y alcaparras: un morado que entra por los ojos, toques encurtidos y un montón de vitamina A, C, calcio y hierro.
• Salmorejo Marinero, con tinta de calamar, gulas y cebolla: negro como la noche, este salmorejo es espectacular tanto para la vista como para el gusto. Te sorprenderá la mezcla de sabor y texturas. Y querrás repetir.

Como ves, La Salmoreteca del Mercado Lonja del Barranco tiene muchos salmorejos que te enamorarán, desde el tradicional hasta las creaciones más maravillosas que podrías imaginar. ¿La mejor manera de disfrutarlo? Acompañarlos de una cerveza bien fresquita o de una copa de vino y probarlos todos.